Durante el verano y nos preparamos para ir a tomar sol y ponernos
bronceados. Hay que hacerlo con precaución ya que nuestra piel puede
correr peligro no sólo de quemarse sino de padecer cáncer de piel.
Para que tu piel permanezca perfecta, es primordial que siempre que
te expongas al sol lo hagas con protección solar con un mínimo de
factor 15. El que uses un factor de más baja denominación no
significa que te vaya a poner más morena sino que el tiempo de
exposición que te va a proteger va a ser menor. Es decir si tu piel
sin protección tardase 5 minutos en quemarse y te pones un factor de
protección 10, multiplicarías esos 5 minutos por 10 por lo que
podrías estar 50 minutos, según vas estando más morena. Ese tiempo
inicial de cinco minutos va aumentando, ya que el moreno es la forma
que tiene la piel de protegerse contra el sol. Por esta razón,
échate siempre factores de protección elevados para estar más
tiempo protegida.
La crema debes aplicártela 1/2 hora antes de la exposición con la
piel seca y extendiéndola bien. Disfruta del verano, protege a tu
piel del sol
Debes repetir la aplicación cada 2 horas.
Si te bañas y la protección que te has puesto no es resistente al
agua vuelve a echarte al secarte.
Evita la exposición al sol entre las 12 y las 16 horas ya que es la
porción horaria en la que el sol es mucho mas nocivo para nuestra
piel puesto que incide más directamente.
Empieza las exposiciones poco a poco y no te pongas durante horas el
primer día, comienza con 10 minutos y ve aumentando el tiempo
paulatinamente sin sobrepasar las dos horas continuadas de exposición
al sol.
Después de un día de playa date una ducha de agua fría y te ponte
una crema hidratante o after sun.
Fuente: Salud.com